lunes, 24 de agosto de 2009

Restaurante O Muiño de Trigo, Cabañas, A Coruña











El pasado viernes aprovechando el buen tiempo acudimos a comer a este molino situado a 1 kilómetro de la playa de Cabañas. Se trata de un edificio de piedra muy tranquilo, con un cenador que hace las veces de terraza y un interior muy cuidado, con 8 mesas que están divididas en dos pisos. La mesa que nos dieron se encontraba en el piso superior, al lado de una ventana donde entraba un fresquito que se agradecía, rodeado de árboles y sin más ruido que el sonido del agua corriendo. Un gustazo, vamos...


En la carta vimos un buen número de entrantes y unos seis platos de carne y pescado respectivamente. Al ser al mediodía, y como queríamos ir a la playa, decidimos tomar tres entrantes y un plato principal para compartir. El primer entrante que nos sirvieron fue una ensalada de parrochitas de la ría en escabeche dulce. El plato era espectacular, primero en presentación y luego en el paladar. Consistía en cuatro tomates pelados y vaciados cada uno con dos parrochas en vinagre y dentro también el escabeche, que en un primer momento no se mezclaba con el resto de la ensalada, unos cogollitos y un buen aceite de oliva. El escabeche era muy fino con lo que el plato estaba perfectamente equilibrado.

A continuación nos pedimos la tapa que rezaba " Tapa 2009: mini hamburguesa de salmón y merluza sobre cremoso de lechuga y cebolla con mostaza de anchoas ". Parece ser que cada año " diseñan " una tapa que permanece en carta durante ese periodo de tiempo. Nos encontramos con el sabor potente del salmón con la merluza que lo suavizaba un poco. El cremoso de lechuga y cebolla estaba salpicado por la mostaza de anchoas y acompañaban perfectamente a la hamburguesa.


El siguiente entrante coincidió en que era la tapa del pasado año, que decidieron mantenerla por la aceptación que tuvo. Rezaba " Huevos ocultos " y cual fue nuestra sorpresa al encontrarnos un plato que los integrantes de Catalia habíamos preparado en una cena para unos amigos el año pasado. Con sus variaciones, claro.... Pues bien, se trataba de una patata cortada en forma mñas o menos cúbica, vaciada y rellena con un huevo, que suponemos meterían al horno de manera que la clara estaba cuajada y la yema líquida. En la base del plato un fondo muy potente de aceite con pimentón de la Vera.

Dentro de los platos principales dudábamos entre un bacalao a la brasa o el secreto de cerdo. Al final nos decidimos por este último, que venía acompañado de un cremoso de patata al tomillo que nos pareció simplemente espectacular. El punto de la carne también era correcto, con lo que consideramos que acertamos con el plato.

El vino que acompañó nuestra comida fue Santiago Roma Selección 2008, Crianza sobre lías. Hace años que habíamos probado el Santiago Roma, y en esta ocasión nos encontramos con un vino mucho más pulido y completo,donde se nota la alta gama que representa, muy fresco y cremoso.

Al presentarnos la carta de postres nos encontramos ya totalmente entregados a la causa, con lo que nos decidimos por una crema de queso, totalmente espectacular, con helado de mango, y yo por una tarta de fresones, que aún estando buena a mi me resultó un poco cansina al final. Acompañando a la carta de postres había un listado de vinos dulces, y lo que nos llamó la atención fue una nota a pie de página que nos sugería pedir su carta de gin tonics. En seguida nos prestamos a ello y acabamos la comida con un Beefeter 24 Toni y un Martin Millers para mi, ambos con Fever Tree Light. El tema de los gin tonics se lo voy a dejar a Toni, que sé que le apetece contarlo.

Pues bien, la comida nos salió al final por 96 euros, sin privarnos de nada y muy satisfechos, tanto por el local, como por el servicio y por supuesto la comida en si. Nos apetece volver, la próxima vez iremos acompañados, seguro que candidatos encontramos.


PUBLICADO POR ESTHER

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