martes, 6 de abril de 2010

Vacaciones en Irlanda-Dublín. 1ª parte

Este año hemos hecho las maletas, cogido un avión ( bueno, varios ) y hemos disfrutado de la Semana Santa en Dublín. Mucho frío, muchas pintas ( muchas, muchas... ), muy buen ambiente... y comidita. En este post os voy a contar un poco de los platos que disfrutamos mientras estuvimos por aquellas tierras.

En las guías que habíamos ojeado solían comentar que no se comía demasiado bien, así que nos llevamos unos deberes hechos con varias notas de sitios donde podíamos ir además de alternativas para probar comida internacional ( ya sabéis cómo nos gustan, cada vez que salimos intentamos encontrar algún restaurante thai ).

Normalmente hacíamos desayunos bastante contundentes. Desde sandwiches enormes con todo tipo de ingredientes ( bacon, salchichas y tomates, pollo, coleslaw y bacon... ), pasando por los típicos platos de huevos ( escalfados, fritos, en tortilla ), bacon, salchichas y tostadas, bagels y el súper completo Full Irish Breakfast, una auténtica bomba compuesto por dos huevos fritos, bacon, salchichas ( por cierto, buenísimas con un toque de pimienta muy rico ), champiñones y dos tipos de morcilla, una blanca y una negra ( allí traducido como black pudding y white pudding ). Todo esto acompañado de una torre de tostadas y café americano rellenable. Evidentemente también los había más simples como las típicas tostadas con mantequilla y mermelada o dulces como los muffins.

El primer día que llegamos estábamos un poco perdidos y entramos en el Temple Bar, pub más antiguo de la zona que lleva el mismo nombre, a tomar nuestra primera pinta, y allí decidimos pedir algo para picar. Y vimos que había una tabla de quesos irlandeses que nos apetecía probar, y la verdad es que mereció la pena probarlos todos ( el Cashel Blue impresionante... ) y además una tabla de carnes asadas ( roast beff, cerdo asado tipo lacón... ) cortadas a modo de fiambre.

Intentamos probar platos más o menos típicos de la gastronomía irlandesa. Por ello, en varias ocasiones comimos en los típicos pub para además poder acompañarlos con diferentes cervezas. De este modo pudimos probar el Roast Beef, acompañado con patatas asadas, puré de patata, zanahorias, brécol, Yorkshire Pie y una salsa para mi gusto un poco dulce. El conjunto del plato era descomunal, idóneo para compartir con otra persona.

Otro de los platos que más nos sorprendieron y gustaron fue el Beef&Guinness Irish Stew ( estofado de ternera a la Guinness ). Lo tomamos en la misma fábrica, que es visita obligada en Dublín y nos encantó. Consiste en tiras de ternera acompañadas de cebolla y verduras en una salsa espesa hecha con la cerveza y con puré de patata. Otro día yo repetí, en esta ocasión en Belfast, y aquí el mismo estofado se presenta a modo de pastel, con una especie de tapa de hojaldre, lo que le da una aspecto de lo más original. Por cierto, que el la Guinness Storehouse, Toni se pidió una hamburguesa a la Guinness, buenísima la carne, aunque para mi gusto demasiado cocinada.

En otra ocasión, y aprovechando que teníamos alquilado un coche para movernos de Dublín, nos fuimos a un pub llamado Johnnie Fox, situado a unos 20 minutos de Dublín en la zona de montaña. Es un local, la verdad, de guiris, ya que creo que no había ni una sola mesa ocupada por gente propia de Dublín. El caso es que nos sentaron en una mesa en primera fila para ver a un fulano con guitarra que cantaba temas irlandeses ( Molly Malone, Whiskey in the Jar... ) y que nos dejó literalmente sin poder hablar ni una palabra durante la cena, ya que no nos escuchábamos. Pero el tema es que la comida estaba realmente buena: por la mesa pasaron dos piernas de cordero asado que estaba francamente bien cocinado, dos raciones de " solomillo", que resultó más bien ser un entrecotte, pero también de gran calidad y con la opción de servir la salsa de acompañamiento a un lado, y salmón con una salsa de cítricos que también resultó del gusto de la persona que lo pidió. Con lo cual, si os coincide de ir, pedid una mesa un poco alejada del escenario y disfrutad de la comida.

Para las cenas nos decantábamos un poco más por restaurantes internacionales. El primero, fue el Thai Orchid, donde pudimos tomar unas alas de pollo con " sweet chilly sauce ", picantonas, y una tempura de entrantes y unos Spice Noodles ( 3 raciones ) , junto a otra ración de pollo con champiñones acompañado con arroz. Nos gustó a todos. Además visitamos el típico restaurante italiano ( Carluccio´s ) donde tomamos pasta, y otro con horno de leña donde tomamos pizza. En ninguno de estos había cerveza irlandesa, en uno sólo la italiana Nastro Azzuro- Perone, y en el otro local Heineken de presión.

En otra ocasión fuimos a un restaurante indio. Fue el día de Viernes Santo, que curiosamente no estaba permitido beber alcohol en todo Dublín. Era nuestro último día en Dublín y nos daba un poco de rabia no poder tomar las últimas pintas. Entre todo esto, como no sabíamos dónde cenar nos acercamos a este restaurante hindú y entramos. Cual fue nuestra sorpresa cuando al llegar al interior vimos todas las mesas que estaban ocupadas bebiendo cervezas en botellín. El interior del local estaba bastante recogido, las cortinas echadas, con lo cual desde la calle no se veía el interior del restaurante y allí sí servían alcohol. La cena fueron los típicos platos súper aromáticos, pollo y cordero con salsa híper encebollada y todas las especias del mundo, acompañado de arroz. Para mi fue la comida que menos me gustó, salí un poco saturada.

Y otro de los restaurantes que nos mereció la pena la mojadura que nos pillamos y el frío que pasamos para llegar fue el Charming Noodle, en Parnnell St, pequeño local donde siven noodles de manera masiva en todas sus variantes, rice noodles, pan fried noodles, stew noodles... Todos probamos platos diferentes, uno vegetariano, otro con pollo y verduritas, los noodles de la casa y para mi gusto, los mejores, los Spicy Noodle, una auténtica bomba para cualquier estómago, y que Dani no pudo terminar, aunque podéis comprobar el tamaño de las raciones.

Y hubo más... os lo iremos contando poco a poco... Así que les cedo el testigo a mis compañeros, para que cada cual os cuente lo que más le ha impresionado.

PUBLICADO POR ESTHER

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya habéis estado en mi ciudad de adopción. Una pena no saberlo que os hubiera recomendado algún sitio donde vale la pena entrar tanto como pub como para comer. Lo que me parece increíble es que el Viernes Santo os dieran alcohol. Acá son muy estrictos con esas cosas y creo que es de los pocos sitios que habrán servido alcohol. Era simpático ver a hordas de sedientos turistas buscando un pub abierto y la decepción que se llevaban. Fue sin duda el día donde más "house parties" se hicieron del año.
Siempre que paso delante del Thai Orchid me da ganas de probarlo, veo que os habéis adelantado, próximamente lo haré sin duda.
Nada más que espero que lo hayais pasado en grande y una pena el tiempo malo que hizo. Hoy por ejemplo lorenzo está más brillante que nunca, cosa muy rara acá (no llueve tanto pero sale poquísimo el sol) y está la gente eufórica...
Un saludo y ya seguireis contando que tal que siempre es bueno tener opiniones de gente acostumbrada a comer bien, gastronómicamente la opinión de un irlandés no me tiene mucho valor.